Biomas
La
interacción de diversos factores físicos, como el
clima, la estructura de la corteza terrestre, los tipos de suelo,
los recursos hídricos, la latitud, altitud, exposición
al Sol, salinidad y muchos otros, determinan la clase de vida que
se da en los diferentes lugares.
Los biomas son las regiones ecológicas definidas en términos
de la vida animal y vegetal (fauna y flora) que albergan. Se identifican
fundamentalmente por el tipo de vegetación que prevalece,
dependiendo de la zona climática en la que se encuentre.
Los
principales biomas terrestres son:
Tundra:
comprende
las áreas del globo situadas a latitudes mayores a los 70°
norte y sur. Son zonas muy frías donde dominan los musgos
y líquenes, acompañados de escasos arbustos y pastos.
Bosque de coníferas o taiga:
ocupa las áreas desde aproximadamente los 60° de latitud
hasta donde empieza la tundra. Principalmente está constituido
por bosques de coníferas.
Estepa:
se
sitúa en zonas de latitud similar a la taiga pero de clima
más extremo, con veranos calurosos e inviernos fríos.
Tiene escasa vegetación, constituida básicamente por
plantas herbáceas.
Bosque caducifólio:
constituido por árboles que pierden sus hojas en otoño.
Conforman una espesa cubierta vegetal que dificulta el desarrollo
del sotobosque o arbustos.
Sabana: ocupa
zonas intertropicales. La vegetación muestra abundantes praderas
con árboles, arbustos y pequeños bosquecillos aislados.
Bosque mediterráneo:
es propio de áreas con inviernos benignos y veranos calurosos.
Tiene hierbas, arbustos y árboles.
Selva ecuatorial:
corresponde a zonas de climas muy lluvioso y cálido. Los
árboles están muy juntos y forman sucesivos estratos.
En su interior crecen numerosas plantas trepadoras y epifitas.
Desiertos:
se caracterizan por la escasez de lluvias. El suelo está
desprovisto de plantas y si las hay están muy dispersas.
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