 | | Las
lampreas no tienen mandíbula. En reemplazo de ella poseen un aparato en
forma de embudo provisto de una ventosa que cuenta con unos poderosos dientes.
Gracias a este aparato pueden adherirse a los peces y perforar la piel de sus
víctimas. |  |
Hocico
de la lamprea | Ciclostomata:
los más primitivos
Dentro
de los ciclostomata figuran los petromizontidos y los mixinoideos. Estos
seres se caracterizan por la simplicidad de su esqueleto, que corresponde al de
un vertebrado muy primitivo.
Los petromizontidos tienen un cuerpo anguiliforme (en forma de anguila),
y a pesar de poseer una boca inmóvil, son unos voraces depredadores. Esto
lo han conseguido gracias a que esta estructura tiene forma de ventosa, con dientes
córneos muy afilados, por lo que cuando la lamprea, uno de sus integrantes,
ataca a su presa, se adhiere fuertemente a la superficie de su cuerpo. Por si
esto fuera poco, en su boca poseen unas glándulas cuya secreción
impide la coagulación de la sangre, con lo que el pez depredado se desangra
con mucha rapidez.
Existen especies que habitan en el mar (Petromyzon marinus); ríos
(Lampetra fluvialitis) y arroyos (Lampetra planeri).
Los mixinoideos o mixinos (conocidos como peces bruja o anguilas
babosas) también poseen un cuerpo de forma larga y cilíndrica,
aunque más parecido al de un gusano que al de una anguila, pues es más
sencillo. Viven en los fondos marinos, incluso a gran profundidad, donde sepultan
la mitad de su cuerpo dejando afuera solo el orificio nasal y la boca, preparados
para captar el alimento. Este puede ser restos de otros animales que caen al fondo
del mar, pero también peces vivos con dificultad para moverse, a los que
atacan introduciéndose entre las branquias y segregando un líquido
que recubre el epitelio respiratorio, lo que acaba por asfixiar a la víctima.
| Reproducción
de los ciclostomata |
| La reproducción
de los ciclostomata (marinos y de agua dulce) ocurre cuando alcanzan la madurez
sexual en primavera o a principios del verano. Nadan hacia aguas claras y los
rápidos de los ríos, donde buscan un lugar adecuado para hacer su
nido. Después, la hembra se adhiere a una piedra y el macho se fija sobre
ella, utilizando ambos sus embudos bucales. Parcialmente entrelazados, el macho
y la hembra descargan los espermatozoides y óvulos (células sexuales),
que son fecundados externamente. Los nuevos individuos nacen al cabo de un mes,
en forma de pequeñas larvas, y cuando alcanzan entre doce y quince milímetros,
abandonan el nido para buscar aguas quietas. | |
|