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Lucas
Cranach, Venus y Cupido
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Matías
Grünewald, Pequeña crucifixión. |
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Alberto
Durero, Autorretrato
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PARA
INVESTIGAR |
Averigua
qué es el Manierismo |
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La pintura en Alemania y
Francia
Desde
sus inicios, la pintura alemana se ha caracterizado por la dualidad
entre drama y racionalismo. Las formas se ven distorsionadas y las
facciones de las figuras son muy grotescas, con la idea de alcanzar
un estilo propio de expresionismo.
Lucas Cranach
(1472-1553) es uno de los principales pintores alemanes del siglo
XVI. En sus obras utilizaba formas caricaturescas y es considerado
el más audaz de todo los pintores de la época. Las
figuras las representaba muy alargadas, con un toque gótico
muy marcado. También plasma cierta fantasía al pintar
mujeres desnudas llenas de joyas y accesorios en el cuerpo. Por
lo general la atmósfera era oscura y misteriosa.
Matías Grünewald
(1455-1528) sigue más o menos la misma línea, pero
se distingue del resto por poner mayor énfasis al tema religioso,
con formas retorcidas y un buen tratamiento del ser humano en su
obra. Su obra más reconocida es la Pequeña crucifixión,
donde los colores oscuros, mezclados con rojos y amarillos, dan
una sensación bastante trágica y lúgubre.
Hans Holbein
(1460-1517) fue uno de los pintores más pulcros de la época,
lo que lo llevó a pintar importantes retratos, entre ellos
el de Enrique VIII y Erasmo de Rotterdam.
Alberto Durero
(1471-1528) fue el mejor pintor de Alemania y se caracterizó
por sus retratos. Su Autorretrato, de los 13 años,
fue el primero, hasta el último, llamado Cuatro apóstoles
a la edad de 55 años. Sus obras estaban basadas en dibujos,
donde captaba los detalles más simples de la naturaleza.
Pintura francesa
Si bien Francia no tuvo grandes
creadores, hay algunos que merecen estar en la memoria de las personas,
por lo que daremos una pequeña pincelada a dos de los grandes.
Enguerrand Charonton
(1412-1474) fue un pintor muy variado en sus obras y a la vez bastante
ambicioso. Su obra más famosa fue La coronación
de la Virgen.
Jean Fouquet (1460-1520)
tampoco se puede dejar de lado en cuanto a pintura francesa, ya
que fue un fiel discípulo de los artistas flamencos, adoptando
el colorido de sus obras y el dibujo visiblemente flexible de sus
cuadros. Su obra maestra fue díptico de Ettiene Chevalier.
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